Hablar de este disco no es cosa fácil. Me muerdo la lengua para no comenzar diciendo que, muy probablemente, éste sea uno de los trabajos más hermosos de ésta primera década del siglo XXI. Pero eso sería muy reduccionista y poco ilustrativo. Quizá lo más apropiado sea apoyarme en su título: Happiness, palabra ciertamente optimista que la real academia define como "estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien". Pero al escuchar el contenido de Happiness con la seriedad y sensibilidad que implica el "escuchar" verdaderamente, surge desde cada gramo del ser, una indescriptible sensación de profunda melancolía que se eleva progresivamente, en cada nota que sucede a otra para crear melodías simples y transparentes; en cada capa de sonido superpuesta que va ampliando un horizonte pastoral de cara al viento que viene del pecho, y en cada palabra liberada por esa voz sincera y desgarradora de este treintañero francés llamado Sébastien Schuller. En esta contradicción entre el título y las sensaciones que genera su música, llama la atención que, siendo la melancolía definida (psicoanalíticamente) como un estado del ánimo que se origina en la imposibilidad de tocar el ser amado; vemos que en la literatura, la plástica y la música, la melancolía siempre ha sido un punto de partida fundamental para la creación de obras artísticas trascendentales. La música de Schuller pone en evidencia que la melancolía, lejos de ser un estado patológico, es un estado poético del espíritu en el que se es sensible a la realidad circundante para sublimarla en algo otro, valga decir, hermoso. Desde este punto de vista y retomando un poco la definición que la RAE ofrece de felicidad, Happiness, el álbum debut de Schuller, representaría entonces el estado de su propio ánimo que se complace en la posesión de un bien: la música, la amada música, la suya, la nuestra y la de nadie, la música que siempre nos deleita bajo la sombra de su propio fin, de su fugacidad y de su materialidad inasible.
3/8/08
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5 comentarios:
He leido con detenimiento este post el cual llamó mi atención sobre todo porque lo has situado entre las mejores producciónes de ésta década... casi casi dices que es la mejor... o lo dices...
No negaré que me ha parecido un trabajo hermoso y que lo estoy disfrutanto mucho y que en efecto, es algo novedoso. Una vez más agradezco que compartas estos proyectos extraños. No podría ubicarla dentro de un primer lugar, pero eso ya no importa, lo importante en todo caso es que es música deliciosa. Ojala y muchos más tengan la oportunidad de escucharla. saludos y gracias de nuevo!
Por cierto, el track 2 (weeping willow) tiene algunos "saltos", que imagino no son parte de la cancion.
Hey Zoomo, en efecto, ubicar este trabajo en cierto lugar de alguna especie de ranking extraoficial no tendría ningún sentido. Sólo he dicho que lo ubico entre los más hermosos de esta década. Y éste es un juicio de valor que no pretende ser concluyente.
Cada vez que escucho Happiness, me queda una extraña sensación de plenitud y deseo de silencio e introspección que no puedo explicar. Quizá tratar de explicarlo carezca también de sentido, puesto que la música es algo tan abstracto e inasible, que intentar traducirla en palabras es una labor fatua. Estoy consciente de ello.
Aproveché a Schuller para expresar esta reflexión sobre la relación entre melancolía, música y felicidad, para ver qué feedback puede tener entre los lectores.
Al final, lo que más disfruto es que te haya gustado el disco...
Gracias por estar siempre aquí con tus oídos bien abiertos.
Lo del track dañado, creo que lo puedo resolver subiendo el tema a los Trips Sonoros para que lo descargues y sustituyas el archivo.
Hola mi buen amigo. En efecto, el tema de la melancolía del que hablas y de la creación artística bajo el estímulo de ella es algo que había olvidado abordar. Precisamente hace poco mi esposa me comentaba que estaba dando asesoría a una tesis sobre la labor de la melancolía en el trabajo del artista. Muy interesante al tomar algunos datos estadísticos donde los mismos artistas aseguraban que su labor era más prolífica al encontrarse en un estado casi natural de melancolía -porque según los artistas, este estado es natural en ellos, que conste-
Creo que el papel de la melancolía dentro del acto creativo es importante y también considero que sin éste gran parte de lo que ahora conocemos no se hubiera dado. Es una condición muy extraña pero tampoco es la norma. El análisis que haces sobre la relación melancolía-música-felicidad es realmente emotivo. También te agradezco por tener siempre los audífonos bien puestos y por plasmar acá ideas que siempre dejan algo. Muchas gracias Kevz y recibe un enorme abrazo.
Zoomo
(lo del track 2, creo que es la mejor idea esa que tienes)
:)
Es así, puedo dar fe de ello!... es un estado especial (del espíritu) que nunca nunca debe confundirse con "depresión", porque esto ya es una patología y no es productiva. Agradecido por compartir ideas, percepciones, imágenes, música, etc.
Gracias miles...
saludos para tí y tu esposa.
Un gran abrazo
muchas gracias por los abrazos. y si, coincido totalmente con que no debe confundirse con depresión. en ésta instancia, la producción suele ser egoista -no intimista-, superflua -no profunda-. se dan muchas experimentaciónes, pero sin duda alguna es en la melancolía donde han surgido mejores ideas, más claras, más reales, concretas, sinceras. un abrazo y ojala que tu producción sea siempre alegría mi amigo.
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