El título de este post no es producto de mi creatividad, es la frase que encabeza la página oficial de Monsieur Meeble, un trío francés que tiene dos virtudes: una es saber sacarle mucho provecho a la internet para darse a conocer a través de sus recovecos informativos e interactivos, blogs y redes sociales como Facebook, Myspace o Twitter (donde me contactó); atacando así al target exacto que pueda apreciarlos a cabalidad. Otra virtud es, claro está, la razón por la cual les dedicamos hoy nuestras modestas líneas: la buena música que hacen. Así pues, hablamos de una agrupación con plena conciencia del tiempo que vive, de sus herramientas y de los alcances de ídolos musicales que toma como referencia, siendo inevitable mencionar aquí a Massive Attack por cuanto el mismo Monsieur Meeble no duda por un momento ni por orgullo admitir la franca influencia del colectivo de Bristol. Así también cobijan alegremente entre sus influencias a mucha gente que apreciamos bastante por aquí como Air, Four Tet, Take, Sigur Rós, Beck, Prefuse 73, Boards Of Canada, Radiohead, Telefon Tel Aviv, Aphex Twin y un largo y lustroso etcétera.
Su álbum debut Never Trust The Chinese ('08), es un trabajo exhaustivamente detallista en el que cada tema está cuidadosamente producido, atendiendo a estructuras bien definidas en las que la introducción suele ser sutil y apacible, para luego desarrollarse hasta alcanzar picos emotivos que pueden elevarse desde la oscuridad de la experimentación avant-garde o bien desde las luminosas plazas del electropop, a menudo con trazos de rock alternativo. Un buen debut, sin duda, con vocalizaciones masculinas y femeninas que se engranan correctamente en el amplio espectro melódico y rítmico que hace de este disco un trabajo orgánico, sofisticado y entretenido.
Su álbum debut Never Trust The Chinese ('08), es un trabajo exhaustivamente detallista en el que cada tema está cuidadosamente producido, atendiendo a estructuras bien definidas en las que la introducción suele ser sutil y apacible, para luego desarrollarse hasta alcanzar picos emotivos que pueden elevarse desde la oscuridad de la experimentación avant-garde o bien desde las luminosas plazas del electropop, a menudo con trazos de rock alternativo. Un buen debut, sin duda, con vocalizaciones masculinas y femeninas que se engranan correctamente en el amplio espectro melódico y rítmico que hace de este disco un trabajo orgánico, sofisticado y entretenido.
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