6/8/09

República Popular de Republica


Desde hace unos años, el concepto Pop es pan de cada día en la cotidianidad de la sociedad contemporanea. Sin lugar a dudas, sería la influencia de la filosofía divulgada por Andy Warhol en los años 60 la responsable de la percepción actual que se crea para un producto Pop, usandola como etiqueta para todo aquello capaz de generar emociones tan fuertes como efímeras, algo despampanate a los sentidos pero fácil de olvidar cuando das la vuelta a la esquina, objetos que seducen, se destapan, se consumen y se descartan al momento de estar ampliamente satisfechos el gusto y/o la necesidad. Y aunque banal y efectista, ¿que sería de la sociedad contemporanea sin un elemento trivial, capaz de ayudarle a desenfocar la dureza de la realidad con su trivial habilidad de generar entornos donde la felicidad no tiene límites?

El Pop, analizado desde su cualidad popular, es una necesidad de las masas. Es una manera que tienen los pueblos para identificarse socialmente dentro de un mundo lleno de miles de tendencias. Antes de Warhol, los impresionistas deslumbraban al pueblo pintando paisajes de ensueño en cuestion de bereves minutos por las calles de París. Antes que Madonna, María Callas desfilaba por los grandes escenarios del Jet-Set de los años 40 y 50, robandose ovaciones con su privilegiada voz y generando escandalos por su repentina transformación de gorda de opera a modelo de pasarela (teniendo en cuenta que en esos tiempos el Pop no contaba con elementos de la cirugía cosmética para generar cambios tan extremos a sus íconos en tiempos record), por no hablar de su bohemia y promiscua vida personal. Siglos antes de que de Jim Morrison dijera "Vive rápido, muere joven y serás un hermoso cadaver", Wolfgang Amadeus Mozart fue encarnación fiel de la fisolofía de vida ideal para una megaestrella popular. Es entonces cuando, en medio de grandes y celebres personalidades de la música que han permanecido vigentes por años, a pesar de concebir sus carreras en la superficialidad del Pop, vale la pena preguntarse si todo lo que está destinado a ser de uso inmediatista debe estar condenado tambien al olvido.

Dentro de este cuestionamiento, presento a consideración de ustedes a Republica, uno de aquellos proyectos que marcaron una pauta fuerte en el universo popular de los años 90. Enmarcados dentro de la mediatica etiqueta Brit-Pop, esta agrupación partió en pedazos la elaboración tradicional de lo que debia ser una banda de Pop Ingles, construida desde los Beatles y perpetuada hacia esos dias por las Spice Girls. Irreverencia con toques de vanguardia, letras de exqusito sabor punk, guitarras estridentes de las que se antoja oir a todo volumen, una marcada herencia de la alucinante escena Rave inglesa y una provocativa apariencia New Wave. Y como elemento extra a este interesante experimento, Saffron. Una de las imágenes visuales indispensables de la decada que precedió al nuevo milenio. Nacida en Nigeria, de padre portugues, de madre china, criada en Inglaterra. Dueña de una privilegiada e inconfundible voz, de una escandalosa y envidiable cabellera rojiza en forma de hongo, de una actitud locuazmente rebelde producto de sus múltiples influencias y de un halo inconfundible cuando se adueñaba del escenario. Saffron encarnaría la imagen y estilo de vida que toda adolescente inglesa moría por tener en la época. El producto de consumo perfecto.

Debutaron en el año de 1996 con un album homónimo, cargado con 10 enérgicas canciones llenas de la virtuosidad de Tim Dorney, Andy Todd y Johnny Male, aunandose a esto el irresistible carisma y talento de Saffron. 10 temas que inspiran a correr sin zapatos por una calle llena de aburridas personas vestidas en sastre y corbata, a brincar sobre la cama así ya no seas niño, a sacudir la cabeza de alegría, a bailar por horas sin miedo a agotarte, a rebelarte contra el mundo que te pone reglas y más reglas, a no comerte entero cada cosa que los demás quieren imponerte como la correcta, a ser un espíritu joven, autentico y autónomo. De este album lleno de júbilo, se extraería Ready to Go, himno Pop indispensable de la década, canción que indiscutiblemente se convirtió en su gran exito, pero tambien en su pesada cruz, catalogandolos como una banda más que solamente logró un exito rotundo en la radio. A pesar de su gran potencial, a pesar de imponer un estilo fielmente seguido años despues por muchos otros artistas más, Republica se hizo acreedora entonces a la irónica etiqueta popular de "La banda del Ready to Go".

Dos años despues, sin necesidad de esforzarse por demostrar su capacidad para superar una canción poderosamente contagiosa, aparecieron de vuelta con Speed Ballads, un segundo album en el cual demuestran que la energia irradiada en su trabajo anterior era apenas un ligero esbozo de lo que tenían para brindar. Letras más maduras y contestatarias, estridencia rockero-electronica experimental, una actitud aun más vanguardista y visionaria que la ofrecida años atras; una exquisita pieza cargada de 10 himnos urbanos, dignos de ser oidos cada vez que te sientas atrapado por la jungla de asfalto y sus voraces depredadores, con la entera capacidad para dejarte en disposicion de salir a conquistar el mundo a grandes pasos y gritar sin miedo que estás vivo y presente. Aún así, el peso de la cruz heredada un par de años atrás sería más fuerte que la tremenda calidad de este trabajo, archivandolo como un producto más de consumo, que simplemente no llamó la atención. Y sería esa misma jungla de asfalto contra la que tanto se rebelaron la que los llevaria a separarse unos años despues de manera espontanea (hoy día en su sitio web simplemente manifiestan que no estan trabajando en estos instantes, sin confirmar si siguen o se disuelven), quizas concientes de que el mundo Pop no estaba preparado para el virtuosismo dirigido hacia las masas.

En los años siguientes, la escena se ha repetido: artistas Pop van, artistas Pop vienen. Y la vida para los integrantes de Republica siguió, como para todos los demás habitantes de este popular planeta. Con esbozos de carreras en solitario poco exitosas, fue en septiembre del año pasado cuando sorprendieron reuniendose en un escenario para tocar 3 canciones de su corta y poderosa discografía. Con una timida intención de revivir la magia de hace más de una decada, cuando preferian encasillarse como un grupo de techno-pop-punk-rave-rock. Con su energia y virtuosismo intactos. Con una Saffron a la cual no parecen pasarle los años, líder de masas indiscutible. Con la puerta entreabierta, quizas dispuestos a sorprender con un tercer trabajo, que seguramente vendría cargado de su intacto vanguardismo. El mundo Pop cada vez exige consumir más y recordar menos. Dejo a consideración la discografía de una genuina banda popular, de esas que, a pesar de tener el estigma de producto, tienen suficiente para ser oidas más de 10 años despues de aparecer en escena y seguir conservando la vigencia que solo los grandes talentos logran con el paso de los años. De cada uno de nosotros, parte de la popularidad, depende si es algo para celebrar o para dejar en el olvido.






2 comentarios:

Optico dijo...

Hey Kirk, otro de tus nutridos y nutritivos post. Me trajo tantos recuerdos! Gracias por revolver el pasado y reciclar este material... Salud! :)

K3V

Luis dijo...

totalmente de acuerdo..junto con EMF creo serian las bandas menos valoradas de la epoca.. lastima eso. muy buenos recuerdos..

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